Llego la mañana del sábado el mundo estivas amaneció muy fresco y la gente aspirando vida, en cada corazón de los habitantes y si los corazones eran jóvenes la música lesa subía hasta los labios todos los presentes parecían contentos y sus cuerpos anhelaban de bailar.Las abundantes flores habitaban cerca de los presentes y les brindaban unos olores elegantes.
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