lunes, 24 de marzo de 2014

MUCHAS VIDAS,MUCHOS MAESTROS ADELANTO/24/03/2014

El creciente consumo del alcohol lo llevaba a reñir frecuentemente con la madre de
Catherine,quien entonces se volvía retraída y malhumorada sin embargo,la muchacha consideraba eso como un patrón familiar aceptado.Fuera de casa todo iba mejor en la escuela secundaria salía con muchachos y
mantenía un trato fácil con sus amigos a la mayoría de los cuales conocía desde varios años atrás sin embargo, le resultaba difícil confiar en la gente, sobre todo en quienes no formaban parte del reducido círculo de sus amistades.En cuanto a la religión, para ella era simple y no se planteaba dudas. Se le había
enseñado a creer en la ideología y las prácticas católicas tradicionales,sin que ella pusiera realmente en tela de juicio la verdad y validez de su credo. Estaba segura de que,si una era buena católica y vivía como era debido, respetando la fe y sus ritos, sería recompensada con el paraíso; si no, sufriría el purgatorio o el infierno. Un Dios patriarcal y su Hijo se encargaban de esas decisiones definitivas. Más tarde descubrió
que Catherine no creía en la reencarnación; de hecho, sabía muy poco de ese concepto, aunque había leído algo sobre los hindúes. La idea de la reencarnación era contraria a su educación y su comprensión. Nunca había leído sobre temas metafísicos u ocultistas porque no le interesaban en absoluto. Ella estaba segura de sus creencias. Terminada la escuela secundaria, Catherine cursó dos años de estudios técnicos, que
la capacitaron como técnica de laboratorio. Contando con una profesión y alentada por
la mudanza de su hermano a Tampa, Catherine consiguió un puesto en Mi ami, en un
gran hospital asociado con la Universidad de Mi ami. Ciudad a la que se trasladó en la
primavera de 1974, a la edad de veintiún años.La vida de Catherine en su pequeña ciudad había sido más fácil que la que tuvo que llevar en Mi ami; sin embargo, le alegraba haber escapado a sus problemas familiares. Durante el primer año que pasó allí conoció a Stuart: un hombre casado, judío y con dos hijos; diferente en todo de los hombres con quienes había salido. Era un médico de éxito, fuerte y emprendedor. Entre ellos había una atracción irresistible, pero las relaciones resultaban inestables y tempestuosas. Había algo en él que despertaba las pasiones de Catherine, como si la hechizara. 

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